<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d33179036\x26blogName\x3dthe+picture+kept+will+remind+me\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dBLACK\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://will-remind-me.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des_MX\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://will-remind-me.blogspot.com/\x26vt\x3d-2804070741950231742', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>

the picture kept will remind me

Textos generados a partir de un elemento gráfico.

« Home | Next » | Next » | Next » | Next » | Next » | Next » | Next » | Next » | Next » | Next »

Voodoo Heart


La luz que percibía frente a su rostro era cegadora y lastimera, podía sentirse atado de pies y manos, trató de recordar como diablos había llegado hasta ese lugar, cualquiera que este fuese, por un instante comprendió que estaba recostado en una especia de camilla o plancha como de quirófano, forcejeó un poco pero un impulso lo hizo tratar de analizar la situación, frunció el ceño como haciendo un llamado a su cerebro para que este liberará la información que estaba requiriendo para comprender su situación actual, y justo cuando pensaba que había logrado obtener respuesta una silueta misteriosa le coloco algo en el rostro, forcejeó nuevamente, pero poco a poco las fuerzas lo abandonaron hasta quedar sumergido en una pesadez que culmino en un sueño.

Nuevamente una luz menos pesada y que producía un calor familiar lo despertó, se trataba del sol que entraba por su ventana, giró en su cama para levantarse, al tratar de ponerse de pie sus fuerzas le fallaron, las piernas estaban demasiado entumidas para responderle, se arrastró hasta el baño de su habitación, trepó como pudo a la tina del baño y dejó correr el agua, se acomodó, pero en un instante notó que el agua se tornaba rojiza, manoteó desesperado, y como por instinto miro hacia su pecho, flexionó su cabeza hasta que su barbilla hizo contacto con el tronco y contempló horrorizado una enorme costura la cual pareció muy reciente, con sus temblorosas manos tocó aquella herida de 30 cm de largo, no sentía dolor, mas bien era como tocar una herida a la cual se le había aplicado un anestésico, recupero el control de la situación, se puso de pié y camino hasta el lava manos, se miro en el espejo-botiquín y aún incrédulo contemplo y volvió a tocar la herida, su mirada cambió, ahora se veía a si mismo a los ojos, habían perdido su color azul mar, ahora eran negros como el abismo.

Buscó e la habitación y se percató que nada ahí le era familiar, de un buró tomó ropa que parecía ser suya y de inmediato se vistió, tomó unos zapatos y salió tratando de buscar una explicación a todo lo que estaba pasando se toó con una escalera y justa cuando quiso bajar el sonido de unos tambores que provenían de una habitación cercana llamaron su atención, camino despacio, giro la perilla como queriendo no abrir, empujo la puerta lentamente la cual cedió al impulso dejando escuchar un rechinido lastimero, solo para mostrar una escena tenebrosa, frente a él una mujer de color sostenía un muñeco de trapo como de 30 cm al cual le clavaban unos clavos enormes que le atravesaban la zona en donde debería estar el corazón, además en un altar improvisado con cirios negros un pequeño atril sostenía una masa ensangrentada que latía con un ritmo candado pero que en seguida se torno frenético, 3 pequeñas varillas lo atravesaban, el tipo quedó perplejo, aquel corazón suspendido reflejaba el shock por el cual estaba atravesando el pobre hombre, solo alcanzó a decir –Kenya, que me has hecho?, la mujer lo miró y comenzó a llorar, intentó acercarse a él y le respondió: -de esta manera tu corazón será mió para siempre y de nadie más, nunca me abandonarás.

-Aléjate de mi maldita bruja déjame- le respondió él poniéndose de pié y abandonando la habitación, encontró la salida de la casa, corrió y corrió hasta caer desmallado frente a un hospital, despertó en una habitación de un hospital, rápidamente se llevó las manos al pecho, se reviso nervioso toda esa área y la herida ya no estaba, sintió un alivio celestial, juró no volverse a meter ninguna otra sustancia en el cuerpo amenos que no fuese prescrita por el médico, giró la cabeza aun costado y sobre un buró se encontraba una canasta con una tarjeta y un pequeño muñeco de trapo, comenzó a sudar de repente, le temblaban las manos no quiso tocar el muñeco, abrió la tarjeta y el mensaje lo hizo temblar mas: ¡tu corazón será mió por siempre¡ sinceramente tuya Kenya.

Tiró la tarjeta, se levantó de la cama, arranco el suero de su brazo y corrió hasta la ventana, era un tercer piso, vió su reflejo en el cristal, su mirada estaba perdida, el miedo se había transformado en desesperación y después en locura, abrió la ventana, la noche era fría, salio por la ventana, se paró en el borde y al mirar la calle se percató de la mirada de Kenya, él comenzó a llorar, y le gritó -porque me hiciste esto, yo te amaba-, ello respondió, -lo hice por amor-, él comenzó a negar con la cabeza, y se dejó caer hacia la calle, ya nada me importaba, el impacto fue brutal, pensó que todo había acabado pero de alguna manera abrió los ojos y aún seguía con vida, no se podía mover, no podía hablar, debería estar muerto, un par de camilleros lo vieron y lo pusieron en una camilla, perdió el conocimiento, todo se oscureció.

Nuevamente despertó en una cuarto de hospital ahora estaba vendado como una momia, no sentía dolor, la puerta de la habitación se abrió, un hombre vestido de bata blanca entró, -Tiene usted suerte señor May, aunque sufrió fracturas múltiples no me explico como es que sigue con vida, no podrá hablar por un tiempo pero aquí está su novia para cuidarlo-, la noticia le cayó como un rayo fulminante, justo frente a él apareció aquella mujer africana que había conocido en sus vacaciones por Europa, ella entró, se colocó a los pies de May y le dijo –no te preocupes mi amor, tu corazón es mió para siempre y nunca morirás-, con estas palabras el vendaje de May a la altura del pecho comenzó a sangrar mientras Kenya le mostraba en la mano derecha el muñeco vudú y en la izquierda el corazón de May palpitando, en las bocinas de comunicación del hospital sonaba aquella vieja melodía de Elthon Jhon “Don't Go Breaking My Herat”:

“…..So don't go breaking my heart
I won't go breaking your heart
Don't go breaking my Herat……”



Sent by El ronin


leave a response