<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d33179036\x26blogName\x3dthe+picture+kept+will+remind+me\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dBLACK\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://will-remind-me.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des_MX\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://will-remind-me.blogspot.com/\x26vt\x3d-2804070741950231742', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>

the picture kept will remind me

Textos generados a partir de un elemento gráfico.

« Home | Next » | Next » | Next » | Next » | Next » | Next » | Next » | Next » | Next » | Next »

Ruta a Ninguna Parte.

……para cuando se dio cuenta estaba sentado en un autobús
con dirección a quien sabe dónde, miró por el cristal que le
había servido de almohada, en ese instante se preguntó
cómo diablos había podido dormir si su cabeza rebotaba
constantemente sobre el cristal, pero eso ya no importaba,
miró a su alrededor y no pudo encontrar a nadie conocido,
es más, no había nadie excepto el chofer, era un viejo ya,
lo más curioso es que traía uniforme, y que él se acordara
los choferes de autobuses no usaban uniforme de dónde él venía,
se animó a preguntarle el destino del autobús:

-oiga, y a dónde va este autobús?.

-te subiste al autobús y no sabes a dónde va?

-bueno, tal vez cuando me subí si lo sabía,
pero ahora no lo recuerdo.

-sí, te entiendo, eso me pasó a mi también, pero fue hace
tanto tiempo que casi lo había olvidado.

-bueno perdone que insista, pero realmente me gustaría saber
qué rumbo llevamos, tal vez estoy perdido o me
estoy alejando más de casa.

-¿perdido?, tú no estás perdido amigo, y casa ya no tienes,
renunciaste a todo eso, lo dejaste desde el momento mismo
en que subiste a este autobús, renunciaste a lo poco que tenías,
ahora estás aquí y por lo menos así seguirás un buen tiempo.

-oiga, me está asustando, ¿es acaso esta una broma?,
porque a mí no me hace gracia.

-acaso yo me estoy riendo jovencito?

-sabe qué, detenga esta cosa, me bajo, pero ya.

-yo no haría eso si fuese tú, no te gustará lo que
veras cuando abra la puerta.

-eso lo decido yo amigo, deténgase y déjeme bajar.

-si eso es lo que quieres…..

El autobús se detuvo, por fin bajaría y buscaría ayuda,
pero al abrirse las puertas del autobús las cosas se pusieron
algo extrañas, no había nada en que apoyarse o banqueta o suelo
alguno al cual bajar, él estaba estupefacto, era como un capitulo
de dimensión desconocida, miró un gran vacío,
como si se los hubiera tragado un hoyo negro, como si flotaran
en el espacio pero sin estrellas, como en un vacío,
como en la nada.

-ahora entiendes que te quise decir?.

-oiga de qué carajos se trata esto, es secuas de
David Copperfield o qué pedo.

-no, nada de eso, yo sólo manejo esta cosa.

Aún extrañado revisó las bolsas de su pantalón y escuchó
que traía monedas, sacó una y la dejó caer para saber
que tan profundo estaba, al soltarla esperó escuchar el contacto
con el piso, si es que lo había, pero para su sorpresa la moneda
pasó frente a él, como si alguien desde arriba la hubiese
dejado caer, esperó un rato más y volvió a pasar frente a él,
y así estuvo por un rato hasta que finalmente pudo calcular
en qué momento volvería a pasar frente a él, tendió su mano
y atrapó la moneda, estaba helada.

-bien jovencito, si ya terminaste de jugar creo que
podemos seguir nuestro camino.

El chofer cerró la puerta, y cuando parecía que a través del cristal
se vería la oscura nada de nuevo, no fue así, ahora se veía
un paisaje urbano, la ciudad de noche, calles vacías, edificios,
y al frente del camión también, el joven le pidió al chofer
detenerse de nuevo, se abrió la puerta y la nada estaba
ahí de nuevo, no quiso decir cosa alguna, se quitó
de la puerta y se sentó en la silla de nuevo, el chofer
en silencio emprendió el viaje de nuevo, contempló
por encima de su hombro al muchacho.

-sabes, para ser una persona que ya no quería estar más
en el mundo luces muy apachurrado.

-y tú que sabes de eso?

-más de lo que te imaginas, antes de ocupar el asiento
del chofer ocupaba el que tú estás usando.

-acaso me estás queriendo decir que yo conduciré esta cosa.

-no lo sé, eso no lo decido yo, y posiblemente
puedas cambiar mi actual papel.

-sigo sin entender nada viejo, solo hablas por hablar,
además yo no sé que estoy haciendo aquí.

-pero tú querías hacer este viaje, ¿recuerdas?.

-trato pero no puedo, digo para viajar hay que saber
a dónde ir, ¿no crees?.

-claro, tu elegiste este destino, estabas cansado de todo y de todos,
buscabas una válvula de escape, sentías presiones
inexistentes y entonces un día viajar a……..

Como por reflejo el joven contestó:

-Ninguna parte.

-lo vez muchacho, si recuerdas cuál es tu destino, y mientras
vayamos hacia ese lugar podremos conversar mucho tiempo.

-eso es ridículo, no existe “Ninguna Parte”.

-y tú que sabes, a mi me han dicho que está cerca de
“Cualquier Lugar”, y que es lugar de paso para los que se quieren
ir o a los que mandan a “La Chingada”.

-oye, y existe alguna manera de regresar?

-no lo sé, ¿tienes el valor de hacerlo?, la vida es dura hijo,
no todos sobreviven a ese infierno, y muy pocos logran subir
a este autobús para escapar de ahí.

-mira sé que es difícil, pero ahora que lo veo eso puede
ser un reto. Quiero regresar, sólo dime qué tengo que hacer.

-pues ya lo hiciste muchacho, primero se necesita actitud…….

En ese momento el chofer le lanzó una moneda al muchacho,
no era cualquier moneda, se trataba de un centavo canadiense,
el joven la miró con atención y extrañado le preguntó al chofer:

-¿de dónde sacaste esta moneda?, yo tengo una igual.

-coincidencia mi querido amigo, coincidencia, ahora cierra
los ojos y si recuerdas la película del mago de oz repite esas
palabras mágicas que la pequeña Doroty dijo alguna vez.

-Bromeas?

-quieres regresar?

-está bien , está bien, esto es ridículo…
…no hay lugar como el hogar,
no hay lugar como el hogar,
no hay lugar como el hogar,
no hay lugar como el hogar…….

No supo en qué momento se quedó dormido, cuando abrió
los ojos su cabeza rebotaba contra el cristal, miró por la ventana
y todo estaba igual, aquel anciano lo había engañado, aún seguía
camino hacia “Ninguna Parte”, el camión se detuvo de pronto,
él se extraño ya que sabía que afuera no había nada, cuando iba
a reclamarle al anciano éste ya no era el chofer,
el conductor era una mujer.

-disculpe señora en dónde estamos?

-en la calle 15 de Septiembre, dormiste un buen rato,
es más creo que tenias pesadillas o algo así.

No lo podía creer, todo había sido un sueño.

-oye hijo no quiero ser grosera pero ya es tarde y tengo
que ir a guardar esta cosa, no sé si se te pasó tu parada
por haberte dormido pero ojalá o estés muy lejos de casa.

-no, aquí está bien.

Se abrió la puerta y puedo ver que todo era normal,
bajó los escalones del autobús, miro a su alrededor y
se sintió aliviado, justo cuando se iba la señora conductora lo habló.

-hijo, no piensas pagarme el servicio?.

-lo lamento, me distraje.

Buscó en sus bolsas y encontró una pequeña moneda,
era un centavo canadiense, el que el anciano le había dado el sueño,
¿cómo diablos había llegado a su pantalón?.

-date prisa muchacho, ¿me vas a pagar o no?.

-discúlpeme, solo trigo esta pequeña moneda.

-con eso será suficiente hijo, lánzala.

Ya en manos de la mujer ésta la guardó la bolsa de su blusa.

-ahora vete a casa muchacho y ten cuidado con los lugares
a dónde quieres ir, “Ninguna Parte” en estos tiempos
está atiborrado de gente, así ya no es divertido.

La mujer cerró la puerta del autobús y arrancó sin decir más.
A medida que se alejaba el autobús el joven pudo ver como
desaparecía en la oscuridad de la noche, no sabía que había
pasado con exactitud, pero ahora la vida la veía de distinto color…..

“…..quiero llevarte conmigo,
y no voy a ninguna parte…”

Andrés Calamaro.


sent by ronin

leave a response