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Death Whispered a Lullaby


Y entraste en esa habitación en ruinas, en la que un alma no podría encontrar refugio por mas atormentada que estuviera. La luz apenas se filtraba entre los hoyos que habia en esas viejas cortinas. Recorriste palmo a palmo con tu mirada, como si quisieras adueñarte de cada fragmento de ese lugar, encerrandolo en tus pupilas, en tu mente, para jamás dejarles ir.

Avanzaste un poco. Cerraste la puerta por completo, la cual lanzó un gemido de dolor que lentamente se fue apagando tras de ti. Te quitaste el abrigo (afuera nevaba, pero ahi, ahi era tibio, cálido), lo dejaste sobre la silla que tenías a tu derecha, avanzaste un poco mas.

Respiraste profundamente. Se sentía algo de humedad en el ambiente. El olor a moho y polvo añejados por el paso del tiempo se filtró en tus pulmones. Tosiste un poco, era de esperarse.

Recorriste con tus dedos el áspero tacto de las sábanas que vestían aquella cama. Alguna vez fueron suaves y blancas, pero el olvido les habia robado el fulgor, su destello, su suavidad. El olvido y la vejez las habian disminuido. Gran analogía de la vida. Te sentaste lentamente y te inclinaste para desatar tus zapatos. Te los quitaste, notando entonces las arrugas en tus dedos, en tus manos, que antes habían sido fuertes y varoniles, ahora eran débiles y deformes.

Finalmente te recostaste y te cubriste con la manta. Decidiste esperar. Esperar a que arribara el sueño eterno. Así fue como habias llegado a este momento. Como si toda tu vida hubiera carecido de otra finalidad mas que matar el tiempo hasta este dia. Las viejas cortinas se mueven un poco. Las ventanas se han abierto y el frio del exterior se adueña de la habitación. Ese aire inoportuno te cala hasta los huesos. De repente te das cuenta: esta cerca. Inhalas de nuevo, profundamente. El aroma ha cambiado, tornándose de mohoso a dulzón. Atrapas este olor como una segunda señal de tu próximo destino. Cierras los ojos. El aire escapa de tus pulmones, por tu boca. Un dulce último aliento.

Sent By Lord Chernobill

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